"Todas tus plegarias serán escuchadas" Todo lo que se le ocurre a esta cabecita loca. Sobre Loki,Los Vengadores y otras historias.
martes, 31 de diciembre de 2019
RIGOBERTO RATXIC: EL CASO HIDDLESTON (9NA PARTE)
Al transponer el umbral de su casa no pude sacudirme la sensación inusual de entrar en la dimensión desconocida. La sala al interior de la casa de William contrastaba significativamente con la fachada. Mientras el frontispicio de su hogar era en su totalidad de un bastante desganado color crema pálido, el interior de la casa de William era rica en tonos rojo vino. En los sofás y la alfombra este color predominaba. Sin duda alguien en la casa era un gran entusiasta del rojo vino.
Otro color que aparecía frecuentemente era el azul en todas sus variaciones , en los cuadros , jarrones y estatuillas. Había un montón de estatuillas ¡un montón! casi daba miedo.
William me hizo sentar en uno de los estrafalarios sofás que ostentaban el bendito color rojo vino.
—Eh, ajem Wiliiam, vaya "interesante" lugarcito que tienes aquí—Comenté con mal disimulado desdén. William enrojeció.
—Si, es que...bueno. es el estilo de mi padre—."Mmm así que el señor súper serio era el perpetrador de "esto""—concluí decepcionado pero me guardé de compartir mis observaciones con William.
—¡Qué raro que no vea estos colores en la fachada!—se me escapó el comentario.
—Si,—continuó William turbado — teníamos la fachada antes de otro color ,pero los vecinos nos obligaron a cambiarla,hubo una reunión vecinal de extrema urgencia y...—
Mientras más explicaba William, mucho más rojo se ponía; mientras que yo poco a poco me exasperaba más.Finalmente:
—¡William!¡William!—Exploté exasperado—¡Escucha! Hablaremos de los problemas de diseño y decoración de tu padre en otra ocasión. Ahora hay algo urgente que deseo preguntarte: ¿Recuerdas lo que te sucedió en la madrugada?—
Ante la pregunta William me miró atentamente y algo extrañado.Parecía estar en una profunda concentración. Finalmente balbuceó:—¿E... eenn la madrugada dice? ¿Qué debería recordar? ¿Mis sueños? No entiendo, Señor Ratxic...—Fijó su cuestionadora mirada en mi, parecía absolutamente sincero y totalitariamente perdido; el pecoso no recordaba nada.Por supuesto que insistí.
—¿No recuerdas que te traje en un taxi esta madrugada? Te veías muy mal ¡Apenas si hablabas!—Entonces la expresión del pecoso cambió al de instantáneo reconocimiento y se le escapó un "¡Oh!" cerró los ojos como aliviado y apareció una sonrisa en su rostro.—Ah, señor Ratxic, por un momento caí redondito en su trampa ¡Qué ocurrente que es usted! ¿Quiere vino?—de un brinco se puso de pie—¡Bien jugado, Sr. Ratxic!—
Solo atiné a abrir la boca sin hacer ningún ruido inteligible, para cuando pude articular un"No, no, no, no" el pelirrojo ya había llegado a otra habitación de la casa. Escuché más voces interactuando con Willliam. No tardó mucho William y regresó con copas de vino en una charola y además acompañado de su madre. Precisamente la persona que en estos momentos quería ver. Ella a diferencia de William no estaba aturdida en la madrugada ¡Ella podía recordar!
—¡Oh!Señora Grant—me apresuré a saludarla estrechando su mano—finalmente, la persona con la que necesito hablar...—
—¿Se conocen?—inquirió William
—Si—
—No—
Se oyeron nuestras respuestas al unisono, dejando a William confundido.
—Se...señora Grant, nos conocimos esta madrugada cuando le traje a William, estaba catatónico, fuera de si...—
—Disculpe caballero, pero aquí evidentemente hay un error—me interrumpió—Esta es la primera vez en mi vida que lo veo y además le puedo asegurar que William no vino a casa en la madrugada ni mucho menos lo trajo usted—
Eso si me tomó por sorpresa. Que William no recordase nada era de esperarse pero Elena Grant ¿cómo es que no podría recordar haber llorado desesperadamente por su hijo hace solo cuestión de horas? ¡Maldito Hiddleston! seguro la tenía amenazada.
Mientras cavilaba hizo su aparición en la sala el padre.
—Ajem, Sr. Ratxic, este es mi padre, el señor Benedict Grant. Papá, este es el señor Ratxic,el fotógrafo de quién te hablé.—
—Mucho gusto— apretó mi mano otra mano peculiarmente fría pero firme.—¿qué lo trae de visita?
—Pues vine a ver como estaba William...eh estaba hablando con la señora Grant sobre los eventos de esta madrugada?
—¿Qué eventos?—
—Am nada importante me temo cariño— comentó la señora Grant.
Era evidente que el señor Grant desconocía los acontecimientos de la madrugada y consideré prudente guardar silencio.
—Un momento ¿Es usted el fotógrafo que hirió a Hiddleston?—inquirió el señor Grant entre curioso y perplejo.
—Bueno...fue algo accidental...—
—Todo mundo está hablando de eso desde ayer.—continuó.
—El señor Ratxic llegó con una historia interesante.—agregó Elena
—Tranquila,mamá todo se trata de una buena broma del señor Ratxic. Lo hubieses visto en la comisaría. es un hombre muy divertido
—Y violento—agregó sin pestañear Elena Grant; su mirada fulminante dirigida hacia mi sensible persona.
A los 15 minutos de ese intercambio verbal me halle fuera de la casa de los Grant. Recibiendo un sol benevolente en el rostro y con muchos pensamientos confusos en la cabeza ¿Qué estaba sucediendo acá? ¡Qué pudo haber hecho Hiddleston para asustarla de tal modo? ¿Tenía que haberla amenazado ¿No? Aunque eso no explicaba muy bien su mirada acusadora tras descubrir que yo había sido el causante del golpe al rostro inmaculado de Hiddleston. En serio: ¡QUÉ rayos estaba pasando acá?
Lo único bueno que pude sacar aparte del vino fue el número del celular de Benedict Grant, tal vez a solas podría sacarle algo o alertarlo de lo que sucedía con su familia.
William me tomaba por un tipo gracioso y ocurrente, era un chiste con patas para él ; Elena al parecer me consideraba un salvaje violento y Hiddleston por su parte me había convertido en un payaso.
☼Notas:
Feliz año nuevo. chicas y chicos, gracias por la larga espera y la alta fidelidad. Este ha sido un año muy atareado pero que me ha servido para ordenarme un poco más. Todo este esfuerzo rendirá sus frutos este año. Como siempre el capítulo se queda como a mitad de lo que pensaba que alcanzaría a contar.
Por cierto tengo un canal de Youtube que milagrosamente ha sobrepasado los mil suscriptores:
Aquí un video que grabé del primer capítulo, estoy pensando dejarlo así y grabar los demás ¿Qué opinan?
https://www.youtube.com/watch?v=qU5YvxWizEs&t=10s
jueves, 21 de marzo de 2019
RIGOBERTO RATXIC: EL CASO HIDDLESTON (8VA PARTE)
- Esta es la octava parte. Abajo dejo el link a la primera parte a quien le interese.
http://the-haven-of-fiction.tumblr.com/post/159364503153
Los resultados del laboratorio no iban a llegar hasta dentro de un par de días, un análisis de toxicología completo podría tardar hasta 11 semanas, así que no me quedaba más que esperar.
William había estado en continua comunicación con su madre durante su estadía en la comisaría. Habló por teléfono al menos en tres ocasiones. Todo siempre ante la atenta mirada del comisario quién no estaba dispuesto a permitir que la más mínima información de su espectacular caso se filtrara al dominio público. Lo que no podría jamás imaginar su madre era el extraño trance en que lo vería. Era una situación muy triste.
Ya casi a puertas de mi hotel un pensamiento me asaltó: No debí dejar a William con sus padres, debí habérmelo llevado al hospital más cercano y asegurarme de que le hicieran los análisis lo más pronto posible. Tan pronto como el pensamiento se formó en mi cabeza intenté desterrrarlo de mi mente. Por supuesto que sus padres se asegurarían de que William estuviese bien; y eso significaba averiguar que pasaba con él; por supuesto que tendrían que hacerle un análisis toxicológico completo...¿Y si de alguna manera Williamcito se recuperaba? ¿Y si consideraban, entonces, que no era necesaria tanta cosa? No, claro eso difícilmente ocurriría. William aún debe estar tieso como una tabla, balbuceando incoherencias y tendrían que hacerle las pruebas. No había de que preocuparse ¿o no?¡o no?
No pude dormir as poco menos de 4 horas que me quedaban y de pronto me encontré con los primeros rayos de sol de la mañana londinense. Las dudas no dejaban de atormentarme.
Nunca supe en que momento me puse de pie y me dirigí al paradero. Solo sé que ya en el taxi, me repetía a mi mismo que mi celo era innecesario, que todo iba a estar bien, que era yo un total y absoluto exagerado. Pero iba, que si no iba y me cercioraba, jamás volvería a dormir en toda mi vida. Exagerado, si, un poco exagerado. , estamos de acuerdo en eso.
A media cuadra para llegar a casa de William pegué un grito, algo así como el graznido de un ave palmípeda siendo estrangulada, para obligar al chofer a frenar en seco. Mis hábiles ojos de reportero gráfico habían "detectado la presencia del enemigo" Un auto lujoso de color blanco, un jaguar estaba estacionado frente a fachada de la casa del pecoso. Si , bueno luego de pasar algo de tiempo con William, ya saben, prácticamente cargándolo hasta un taxi, observé que el pelirrojo exhibía pecas.
Casi olvidé pagarle al taxista por culpa de la prisa y el sigilo que puse en mi salida. El taxista interpretó mis movimientos como un feo intento mio de escaparme si pagar, lo que me hizo merecedor a un par de insultos en referencia a mi santa madre. Le pagué rápidamente gesticulando, dedito sobre la boca de por medio, para que no alerte al visitante en frente de la casa de William , pero el escándalo logró que varias cabezas voltearan en toda la cuadra incluyendo a quién o quienes estuvieran frente a la casa del pelirrojo. Mis años de experiencia en acosar eehh contemplar respetuosamente a las celebridades a fin de reportar sus actividades al público me hicieron reaccionar rápidamente. Antes de que los de la casa del pecoso pelirrojo yo ya me había lanzado, panza por delante, al piso donde los arbustos de los jardines de las casas aledañas me proporcionaban un conveniente y muy necesitado escondite. El despistado taxista seguramente dirá que en realidad me caí por torpe, pero que sabe ese animal de las finezas de mi oficio...bueno tal vez resbalé un poquito, pero todo lo tenía planeado y bajo mi control ajem.
Esperé a que mi taxi se alejara para moverme. Con un "Adiós, imbécil" gritado con emoción y sentimiento desde su asiento de conductor, el taxista, nuestro amigo, el buen taxista, finalmente me bendijo con su ausencia. Tardé un poco en recuperarme de mi romántico y repentino encuentro con el suelo. Un evento que sin duda dejó huellas imborrables para el resto de mi vida. Una vez que pude incorporarme y siempre bajo la protección de los arbustos pude confirmar mis temores. A puertas de la casa y ya despidiéndose afectuosamente de las madre de William se hallaba Hiddleston, en elegante camisa blanca y pantalones de vestir color acero azulado con rayas verticales que hacían que sus hermosos ojos verdiazules resaltaran más , reafirmando su aspecto angelical ¡Si superan lo que yo sabía! y lo que aún me tocaría por saber! Había otro sujeto a su lado en ropa muy casual que no reconocí y William que ahora se veía sonriente y energizado, tal como lo conocí en la comisaría. Al lado suyo observante y casi mudo, estaba quien luego supe era su padre.
"La orden de restricción corre hasta mañana al medio día." las palabras de Hiddleston en la madrugada empezaron a sonar insistentes en mi cabeza. Permanecí oculto entre los arbustos observando la interacción entre las cinco personas. Una larga despedida en la que Hiddleston no dejaba de hablar y sonreír mientras de vez en cuando ponía sus manos de forma amistosa o protectora sobre los hombros del pelirrojo, William sonreía de oreja a oreja y respondía animadamente con exclamaciones de alegría y sorpresa, su madre tenía todo el tiempo una sonrisa dibujada en su rostro, un aire de tranquilidad y dicha la rodeaban, se diría que estaba... ¿agradecida? Por otro lado el sujeto que acompañaba a Hiddleston no paraba de revisar su celular- El que me resultaba curioso era el padre de William, era todo ojos pero se mantenía distante, algo desconfiado tal vez. No había caído bajo el hechizo del farsante de Hiddleston, eso era evidente, con él tendría que hablar.
En algún momento de la prolongada despedida Hiddleston miró en mi dirección como si hubiese descubierto mi escondite y sonrió sardónicamente. Me sobresalté alarmado, seguro en aquél momento de que Hiddleston me pondría en evidencia y se iría a quejar de que no estaba cumpliendo con mi castigo. —¡Maldito, Hiddleston! — farfullé. Pero pronto, Hiddleston volvió a poner toda su atención en sus interlocutores sin mayor preocupación, el peligro había pasado. Pocos minutos después se despedían con dramáticos abrazos al estilo de la historia cinemática de Scarlett O´Hara.
Hiddleston y quién asumo era su seguridad finalmente subieron al Jaguar blanco y al pasar cerca de mi escondite juraría que Hiddleston sacó la mano por la ventanilla del auto y la agitó en mi dirección. Tal vez era mi imaginación, tal vez.
Esperé unos minutos antes de salir de mi escondite y tocar la puerta del hogar de Willian. Quien salió a recibirme fue el mismísimo Willianm.—¡Señor Ratxic! saludó radiante asomando su carita pecosa por la mirilla—¡Oiga si venía tan siquiera un poquito antes se hubiera encontrado con Tom! — Horror "Tom" ya andaban en confianza—¡Maldito, Hiddleston! — repetí para mis adentros—Si, que lástima,William —mentí— para otra vez será el épico reencuentro ajem eh ¿puedo pasar? —– —¡Oh, claro! si, disculpe señor Ratxic ¡pase! ¡pase! ¡pero que descuidado soy! ¡dónde están mis modales! —William prácticamente me arrastró al interior de su casa, su vitalidad y fuerza eran un perfecto contraste con lo que había presenciado en la madrugada, hace pocas horas nada más. Mi esperanzas de que le hubiesen hecho algún análisis se desvanecía a cada segundo mientras admiraba la "milagrosa" recuperación del universitario. Estaba seguro de que el tramposo de Hiddleston tenía mucho que ver en todo esto. Tendría que jugar muy bien mis cartas si quería ponerlo en evidencia, sin duda me estaba enfrentando a un profesional del engaño.
☼ NOTAS:
Hola y muchas gracias por seguirme a pesar de lo demorona que soy. Ojalá les haya gustado este capítulo. No digo pronto por que parece que eso me sala los planes XD pero ya estoy haciendo el siguiente.
Si recién lees la historia, aquí el primer capítulo:
https://sacerdotisalokiana.blogspot.com/2017/01/rigoberto-ratxic-el-caso-hiddleston.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)